Cientos de personas inundaron el pasado jueves, día 20, las calles de Valladolid para exigir un aborto libre, sin plazos y gratuito en una manifestación convocada, entre otras organizaciones y colectivos, por Bloque Obrero.
A pesar de la situación de emergencia social que estamos padeciendo, nuestras fuerzas no se han agotado, tal y como demostró la manifestación celebrada ayer para reivindicar el derecho a decidir de las mujeres. No se trataba de defendernos pasivamente ante la nueva reforma que está gestando el Gobierno, sino de lanzar un ataque con un mensaje claro: los derechos de las mujeres ni se recortan ni se negocian.
En un ambiente combativo y de lucha, las y los asistentes recorrieron el centro de la ciudad haciendo paradas en lugares clave desde los que se forja y perpetúa la represión contra las mujeres.
La primera parada, como no podía ser de otra forma, fue la sede del Partido Popular. Allí, tanto mujeres como hombres, gritaron con fuerza en protesta por la contrarreforma que, según se prevé, limitará aún más los derechos de las mujeres. Después de la pausa, la manifestación se dirigió a la sede del arzobispado de Valladolid, representante en la ciudad de una institución misógina, desde la que todavía siguen saliendo discursos que criminalizan y culpabilizan a las mujeres y que justifican las violencia diaria a la que nos vemos sometidas. Minutos más tarde, la comitiva avanzaba hacia los juzgados al grito de "¡Fuera el aborto del Código Penal!", una de las principales exigencias de la convocatoria.
La manifestación finalizó en San Pablo con la lectura del manifiesto elaborado y consensuado por las organizaciones y colectivos convocantes, donde se hizo hincapié en que la única reforma que acataremos será aquella que establezca el aborto libre, por la sanidad pública, sin supuestos y sin penalizaciones. Asimismo, se reivindicó una educación sexual a la altura de las circunstancias, con profesionales que tengan formación específica e inversión pública en anticonceptivos, así como potenciar su investigación.
Por ese motivo, no podíamos dejar de lado que el PSOE, aun definiéndose como feminista, mantuvo la reforma del aborto en el Código Penal como delito, impuso periodos de reflexión y trámites burocráticos que dificultan el proceso, dejó fuera de la ley los casos de riesgo para la salud de la madre a partir de la semana 23 y permitió la objeción de conciencia y la derivación de la mayoría de abortos (un 97%) a clínicas privadas (pagadas con dinero público).
Y es que a pesar de ser una reivindicación histórica del movimiento feminista, el derecho a decidir de las mujeres sigue estando supeditado a intereses políticos y religiosos. Por eso, animamos a todas las mujeres y hombres a salir a la calle y a acudir a las próximas convocatorias que se celebren.
¡ABORTO LIBRE Y GRATUITO!
¡MI CUERPO ES MÍO Y YO DECIDO!
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