miércoles, 12 de marzo de 2014

[CRÓNICA] JORNADAS 8 DE MARZO “POR UN SALARIO Y VIDA DIGNOS, “TRABAJOS” YA HACEMOS”

Durante los días previos al 8 de marzo la Plataforma por una Sexualidad y un Aborto Libres, de la que forma parte Bloque Obrero, organizó sus primeras jornadas “Por un salario y una vida dignos, 'trabajos' ya hacemos” con motivo del Día de la Mujer Trabajadora. La andadura de la plataforma es aún corta, ya que se formó en mayo de 2013, pero la asistencia y el interés superaron las expectativas, afirmando así la necesidad de un proyecto unitario en la ciudad desde el que trabajar el feminismo de clase.

La Casa de las Palabras fue el lugar donde se desarrolló la mayoría de las actividades y allí fue donde durante una semana se pudo visitar la exposición “Mujeres desveladas” organizada por la Comisión de Igualdad del IES Galileo y que cedió para esta ocasión a la Plataforma. La muestra constaba de varios paneles donde se exhibían las fotos y la biografía de las mujeres que dieron nombre a las aulas del instituto durante el año 2013.



El miércoles, día 5, arrancaron las actividades con una proyección de ocho cortos que trataban el día a día de las mujeres trabajadoras y su relación con el mercado laboral actual, cada vez más precarizado, más salvaje y más difícil para nosotras. Desde el humor o desde el drama estas ocho historias hicieron reflexionar a las y los asistentes sobre la situación de las mujeres inmigrantes, la doble explotación, la complicada situación a la que se enfrentan las mujeres embarazadas o la crueldad del mercado laboral; unas reflexiones que se compartieron en voz alta después de la proyección en un pequeño debate.

Precisamente, muchas de las sensaciones y opiniones que se pusieron en común tuvieron continuidad al día siguiente en la charla El feliz matrimonio entre patriarcado y capitalismo impartida por Mila de Frutos, investigadora en temas de género.

La ponente diseccionó la alianza criminal entre el orden capitalista y la estructura patriarcal como un pacto del que ambos sistemas se benefician, poniendo sobre la mesa la importancia de luchar contra ambos para hacer efectiva la liberación de la mujer. Aunque el capitalismo y el patriarcado comparten una concepción clasista (uno divide la sociedad en clases y el otro en géneros), tal y como explicó Mila de Frutos, el capitalismo por sí solo no es patriarcal, sino que hereda y adapta esta estructura según el momento para sacar el máximo beneficio, porque su objetivo no es la supremacía de los hombres, sino la obtención de plusvalía. De esta manera, concluyó que la división sexual del trabajo es funcional al capitalismo, porque mientras las mujeres realizan trabajos de cuidados y de reproducción, los hombres se libran de dicha carga y ven revalorizada su fuerza de trabajo, pero en el momento en que no sea así, el capitalismo mutará para perseguir su objetivo. Por tanto, la conclusión del encuentro, que también compartieron las y los asistentes, fue la necesidad de combatir ambos sistemas y sus aparatos como responsables de la doble explotación de las mujeres.



Después de una fiesta de autogestión celebrada el viernes 7, la Plataforma por una Sexualidad y un Aborto Libres convocó una manifestación por el Día de la Mujer Trabajadora que partió de la ya habitual Plaza de Fuente Dorada. Al principio, la Plataforma marchó junto con otras organizaciones como bloque crítico y de clase entonando gritos como “Mujer trabajadora, libre y luchadora”, “Huelga de cuidados contra el patriarcado” o “Aborto libre y gratuito” por las principales calles de la ciudad.

Al llegar a Plaza España, la Plataforma continuó hasta la Catedral, uno de los símbolos de la opresión patriarcal, con manifestación propia para finalizar leyendo el manifiesto elaborado para esta ocasión con gran asistencia.


Hacía muchos años que en Valladolid no se veía una manifestación del 8 de marzo tan numerosa y combativa de la mano del feminismo de clase. Más concretamente, desde que el “feminismo” institucional se hizo hegemónico en el movimiento feminista al calor de la desmovilización social orquestada por los mal llamados partidos de izquierda y las cúpulas sindicales al servicio de la patronal, esta jornada de lucha perdió capacidad de confrontación con la doble explotación que sufre la mujer trabajadora. Pero esta situación está cambiando y el feminismo de clase recobra fuerza y claridad en los objetivos, llevando a la práctica la consigna de que “la lucha está en la calle y no en el Parlamento”.

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