
En esta última crisis el capitalismo muestra su lado más agresivo contra la clase trabajadora: en esta ocasión vienen con todo y a por todo.
Y los gobiernos de estados y comunidades, al dictado de los especuladores, se quitan la máscara amable y muestran su verdadera identidad como instrumento de saqueo, a base de reformas laborales, de recortes y de hacer recaer la carga fiscal en los de abajo.
Les ha faltado tiempo. En dos meses escasos de legislatura el gobierno central ha puesto las cartas...